Si para organizar un viaje te preocupas por conseguir una buena oferta económica, un alojamiento en condiciones y las comodidades necesarias que te permitan disfrutar de una buena estancia, ¿por qué muchas veces nos olvidamos de algo tan importante como son los aspectos relacionados con el cuidado de nuestra salud?
Nosotros te recomendamos que cuando hayas decidido el destino de tus vacaciones, consideres también si las características del viaje te permitan cumplir con el tratamiento médico y te garantizan una atención sanitaria adecuada en caso de necestarla:

  • Primero que todo, coméntale a tu médico que vas a viajar por si él considera oportuno ajustar las dosis de tu tratamiento o cree necesario hacerte alguna recomendación al respecto.
  • También es buen momento para hacer un balance de tus medicamentos y prever las dosis que necesitas para los días que estarás fuera.
  • Si para llegar a tu destino tienes que hacer un viaje de muchas horas en avión, pregúntale a tu médico si esto puede afectar a tu dolencia y cómo puedes disminuir las consecuencias de la presión.
  • Junto a los medicamentos, no olvides añadir tus recetas médicas, los informes sobre tu enfermedad y toda aquella documentación que pueda ser útil a los profesionales de la salud que puedan tener que atenderte durante las vacaciones.
  • Si eres hipertenso, no dejes en casa tu tensiómetro; y si eres diabético, no olvides tu medidor de glucosa.
  • Infórmate de cuáles son los servicios médicos más cercanos al lugar donde te vas a hospedar en tu destino. Así sabrás a que centro acudir.
  • Ten a mano tu tarjeta sanitaria siempre que viajes. Si vas a otro país dentro de la Unión Europea, es recomendable que pidas la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) que te garantiza la atención médica en los centros de salud públicos.
  • Si viajas fuera de Europa, ten en cuenta que es de gran utilidad contar con un seguro médico que cubra los servicios que puedas necesitar. Además, en muchos destinos hay que tener en cuenta otras medidas preventivas y la posible obligación de recibir determinadas vacunas. El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad dispone en su web de una guía con consejos muy útiles para los viajeros que van a un país en vía de desarrollo.

No descuides los hábitos saludables

Las vacaciones suelen motivar algunas conductas poco saludables o el abandono del tratamiento médico. Esto no puede pasar si eres cardiópata. Por ello, ten muy claro que aunque se trate de unos pocos días, el hecho de no cuidarte puede ocasionar una recaída de desagradables consecuencias. Seguro que no quieres estropear tu tiempo de descanso, ¿verdad? Entonces sigue las indicaciones de tu médico y no olvides:

  • Comer equilibradamente.
  • Controlar/evitar el consumo de alcohol.
  • Hacer un poco de ejercicio. Aprovecha, no te será difícil caminar mientras vas descubriendo los sitios de interés de la ciudad que visitas.
  • No extralimitarse en los esfuerzos físicos.
  • Vigilar la tensión arterial y los niveles de glucosa.

Atención a los vuelos en avión

Si vuelas en avión, ten en cuenta las siguientes recomendaciones:

  • Toma bebidas sin alcohol, descafeinadas e ingiere mucha agua (si no está contraindicado por tu enfermedad, por ej. en pacientes con insuficiencia cardiaca), así evitarás deshidratarse.
  • En vuelos largos también es importante que evites permanecer mucho tiempo sentado. Levántate del asiento y camina, esto te ayudará con la circulación sanguínea.
  • Viste ropa holgada y cómoda.

Viajar con niños con cardiopatías congénitas

Si eres padre de un niño con cardiopatía congénita, puedes consultar la web de la Plataforma Independiente sobre Cardiopatías Congénitas (CORIENCE) y la Fundación Corazón y Vida para saber qué hacer en estos casos.
Fuente: Fundación Española del Corazón