Alrededor del 25% de la población mundial mayor de 45 años padecerá fibrilación auricular – la arritmia más frecuente – y que afecta ya actualmente a más de 1.000.000 de españoles. Además, su incidencia aumenta con la edad pues su prevalencia es del 10% entre los mayores de 70 años.
Hasta el momento, la hipótesis de que la fibrilación auricular podía estar causada por un infarto a nivel de las aurículas del corazón solo había podido ser demostrada con experimentación en animales pero ahora también lo ha sido en humanos. Recientemente, un equipo de investigadores del Hospital de Sant Pau (Barcelona) ha analizado esta posible causación. Concretamente, lo han hecho en pacientes clínicamente estables sometidos a una angioplastia (introducción de un balón para dilatar una arteria ocluida) coronaria programada y en quienes se produce una oclusión accidental de las arterias auriculares sin que se afecten las arterias que irrigan el miocardio ventricular.
Los resultados han sido publicados en la revista científica ‘Circulation’, demostrando como la oclusión selectiva de arterias coronarias que irrigan las aurículas del corazón produce un infarto agudo de miocardio auricular silente, es decir, que no produce síntomas clínicos. Este tipo de infarto produciría alteraciones en las propiedades eléctricas de las aurículas, fibrilación auricular y arritmias locales. Además, hasta el momento, no se atribuía ninguna consecuencia clínica a esta oclusión pero sí se sabía que se daba en el 20% de los casos, según un estudio retrospectivo previo, tal y como señalan los investigadores que han hallado esta relación.
Dada la importancia de la oclusión accidental de arterias auriculares durante la angioplastia, el coautor del estudio apuntó a la necesidad de desarrollar métodos de protección de estas arterias durante la realización de la angioplastia con implantación de stents coronarios (dispositivo que se implanta para que la arteria se quede abierta de forma permanente).
Nos encontramos, pues, ante la evidencia de una nueva causa de fibrilación auricular.
Fuente: Feasan